El 9 de diciembre de 2012 fue la última vez que Jenni Rivera, ‘La Diva de la Banda’, fue vista con vida.
Tras dar un concierto en Monterrey, en el norte de México, la artista abordó una aeronave que la llevaría a Toluca, una ciudad cerca de la capital mexicana. Sin embargo, el avión se desplomó a los pocos minutos de despegar y no llegó a su destino.
La noticia conmocionó a México y la comunidad latina de Estados Unidos que, incrédulos, no podían comprender la tragedia. Ahora, a 10 años de su muerte, miles de fans aún la recuerdan a través de su música.
El violento contexto en el que ocurrió el accidente llevó a medios de comunicación y fanáticos a manejar la sospecha de un atentado, una teoría que su familia ha negado y las autoridades mexicanas han descartado, afirmando que se trató de una falla mecánica.
Ese día, además de ella, también perdieron la vida el relacionista público Arturo Rivera Ruiz, el maquillista Jacob Yebale, el estilista Jorge Armando Sánchez, el abogado Mario Macías Pacheco y los pilotos Miguel Pérez Soto y Alessandro Torres Álvarez.
Durante los siguientes años después del incidente, el lugar donde cayeron los restos de la aeronave, en Iturbide, Nuevo León, se convirtió en un sitio de peregrinaje para fanáticos y curiosos.
Así fue cómo Jenni Rivera vivió las últimas horas antes del terrible accidente en el que perdió la vida.
Ensayos y un escenario en forma de cruz
El 8 de diciembre de 2012, horas antes de su concierto en la Arena Monterrey, en el norteño estado mexicano de Nuevo León, Jenni Rivera visitó un famoso restaurante para comer cabrito y pasar un rato con sus amigos.
Horas después, Jenni y sus demás acompañantes llegaron a La Arena Monterrey para hacer pruebas de sonido. Ese día fue la primera vez que se utilizó un escenario 360° en el recinto.
De acuerdo con diversos medios de comunicación, uno de los detalles que más llamó la atención y que sería retomado después de su muerte fue que el escenario tenía forma de cruz.
Convivencia con sus fans y rueda de prensa
Pocos minutos antes de finalizar el concierto, ejecutivos de la disquera con la que trabajó le entregaron un doble disco de oro y platino como reconocimiento por las ventas de su álbum ‘‘Joyas Prestadas’’.
Minutos después, tras el término del show, bajó del escenario, para convivir con sus fans y se reunió con los medios de comunicación en donde incluso bromeó con uno de los reporteros.
“Me siento bendecida, no hay otra palabra. Muy afortunada, muy querida. Yo a veces no puedo creer las cosas que suceden en mi vida, pero me siento muy feliz”, dijo Jenni Rivera durante la rueda de prensa, luego de su concierto. “Dios siempre me tiene más y más cosas buenas”, dijo.
Jenni parte hacia el aeropuerto
Alrededor de las 2:00 am, Jenni Rivera salió de La Arena Monterrey acompañada de su equipo de trabajo rumbo al aeropuerto, pero antes de llegar, hicieron una parada en una tienda de autoservicio en la que, de acuerdo con medios de comunicación, compró una sopa instantánea, botanas y un refresco.
Al salir, varios de sus seguidores la estaban esperando y ella aceptó fotografiarse con ellos.
El despegue de la aeronave
Una hora después, ‘La Diva de la Banda’ y su equipo de trabajo abordaron el Avión Learjet 25 con matrícula estadounidense N345MC.