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Esta nueva ley y las medidas que contempla han sido fuertemente criticadas por múltiples organizaciones que señalan que el principal propósito es infundir miedo en las comunidades de inmigrantes de Florida, sin embargo, la oposición a la misma no se ha hecho notar.

«Me cuesta entender por qué los inmigrantes y sus personas cercanas en Florida no están más molestos con el programa estatal de enviar inmigrantes a otras partes del país. Cuando se hace de manera cínica sin preocuparse por el bienestar de los migrantes, como fue el caso de los vuelos a principios de año», opina el académico.

Sin embargo, de acuerdo con Marr, los posibles efectos negativos para millones de familias, muchas de las cuales tienen estatus mixtos, es decir que algunos de sus miembros son residentes legales y otros no, alcanzarán de forma permanente en ámbitos como la economía, educación y salud tanto a inmigrantes como a no inmigrantes.

«En general, veo que estas políticas perjudican tanto a los inmigrantes como a los no inmigrantes en Florida. Por ejemplo, la nueva política que requiere que los hospitales que aceptan Medicaid pregunten sobre el estado migratorio puede hacer que duden en buscar atención médica», señaló.

Marr refiere que, además, la nueva política que prohíbe las identificaciones y las licencias de conducir emitidas por los gobiernos locales a las poblaciones indocumentadas hará que sea más difícil para los inmigrantes asimilarse en la sociedad estadounidense.

“En un entorno tan hostil, es posible que menos inmigrantes lleguen a Florida, lo que exacerba nuestra escasez de mano de obra, especialmente en industrias clave como la construcción. En industrias de servicios como restaurantes, esto podría aumentar los precios para los floridanos”, señaló.

De acuerdo con datos del Consejo Estadounidense de Inmigración de Florida, casi 3 millones de trabajadores, que comprenden más de una cuarta parte de toda la fuerza laboral de Florida, nacieron en el extranjero, según el Consejo Estadounidense de Inmigración. Es decir, el estado depende ampliamente de la mano de obra inmigrante.

Según la organización Florida Policy Institute, la imposición de utilizar E-Verify podría costarle $12,600 millones de dólares a la economía de Florida, donde trabajan numerosos extranjeros en situación migratoria irregular.

Ahora, tras la firma de la nueva ley, muchos inmigrantes que viven en Florida han comenzado a dudar sobre si seguir en sus empleos por miedo a ser deportados. En esa situación se encuentra Micaela, quien lleva décadas en Estados Unidos sin legalizar su estatus migratorio y contó a Noticiero Univision que teme que la alejen de sus nietos.

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