Faby Navarrete/ Tu Tiempo Digital
Hola a todos, segura y protegida me siento hoy porque sé que Dios me sostiene en la palma de su mano. Elevo hoy mis oraciones para pedir que Nuestro Padre extienda su brazo de favor sobre todos ustedes.
La verdad que es muy triste seguir viendo como abundan los conflictos sociales y todo ello viene por esa falta de tolerancia que hay en la humanidad. Las relaciones personales se fracturan cada día más y se crean conflictos que nacen de esa incapacidad que tenemos de ser pacientes y tolerantes con los demás.
Es por eso que el mensaje que nos da este día el Señor es acerca de ese amor que debemos tener por nuestro prójimo. Hay muchos mensajes sobre esto en la Biblia, pero hoy nos enfocaremos en uno que encontramos en Romanos Capítulo 15. Aquí el Señor nos recuerda que los fuertes deben soportar las flaquezas de los débiles.
Los fuertes somos aquellas personas que ya conocemos de Dios y que ahora nos comportamos diferente porque Dios ha derramado su amor sobre nosotros y nos ha enseñado a sentir compasión y un tipo de amor diferente por los demás. Sé muy bien que esto es algo muy difícil de lograr, sobre todo con ese tipo de personas que son difíciles y que no saben demostrar amabilidad.
A mí en lo personal, Dios me ha mandado a muchas personas así y de repente no entiendo qué puedo hacer para que estas personas entiendan que no siempre se puede decir lo que uno piensa y que hay que ser prudentes. El mensaje de hoy me recordó que esto no es algo que lograré yo sola y por eso lo quiero compartir con todos ustedes.
En nuestras fuerzas humanas no lograremos ver a estas personas con ese amor que Dios nos pide y obvio que vamos a querer reaccionar mal a las palabras hirientes que nos dicen. Pero hoy el Señor nos recuerda que es Él quien nos dotará de lo necesario para lograrlo. Romanos 15:5 dice: “Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús, para que unánimes a su voz, glorifiquéis al Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo.
Ahora sí que aquí está la clave del éxito para poder lidiar con este tipo de personas que están débiles en el espíritu. Estas personas tienen un corazón endurecido y no pueden darse cuenta de lo que están haciendo porque reaccionan en la carne. Tratan de mostrar superioridad al tratar mal a otros porque en verdad se sienten rechazados. Recordemos que dependiendo lo que tengamos dentro de nuestro corazón serán las palabras que saldrán de nuestra boca.
Si logramos nosotros mantener dominio propio, actuaremos con prudencia y no reaccionaremos como ellos esperan. Esto les sorprenderá más y aunque no lo reconozcan ahí estarán viendo que en verdad Dios viven en nuestro interior. Recordemos que Jesús fue vituperado y lastimado de muchas maneras. Pero él pidió a su Padre que perdonara a los que le hicieron daño. Así que si él pudo hacerlo dentro de su condición humana, por supuesto que nosotros también podemos si pedimos ayuda al Altísimo.
Es más importante ser gentiles y mostrar humildad, que ganar una discusión. El verdadero perdón se muestra cuando tú perdonas a una persona que ni siquiera te va a pedir disculpas, porque ahí lo estás haciendo de corazón.
Dentro de este mismo mensaje el Señor nos dice todavía algo más acerca de la esperanza que abundará en nosotros si le pedimos ayuda. Romanos 15: 13 “Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo”.
Esperanza es la confianza que tenemos de que algo que hemos anhelado, se logrará. Es maravilloso vivir con esperanza, y con Dios, esto es posible. Así que recordemos que Dios es todo esto. Es el Dios de la paciencia, de la consolación y de la esperanza.
Deja que el Señor te abrace fuerte y que te mantenga tranquilo, lleno de gozo y te colme de tolerancia y amor para que puedas ser de bendición para otros.
Les amo, les abrazo y primero Dios los veo muy pronto.