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AP News

El presidente electo, el demócrata Joe Biden, pondrá en marcha una rápida respuesta de su futuro Gobierno a los retos urgentes de la mortífera pandemia de coronavirus y la crisis económica provocada por el impacto de la emergencia sanitaria, según manifestó este domingo.

Mientras que el aún presidente, Donald Trump, todavía no lo ha reconocido como su sucesor pese a ser derrotado en las urnas, Biden ya indicó cuáles son sus prioridades una vez que jure como mandatario: además de la pandemia y la economía, están la cuestión racial y el problema del cambio climático, según se explica en la web oficial del grupo de transición de poderes desde la actual Administración creado por el presidente electo, publicada el domingo. Pero el nuevo presidente electo también debe afrontar distintos obstáculos para aplicar su hoja de ruta tal y como la plantea.

Primero, no está claro si el Gobierno Trump colabore en permitir que esta transición de poderes sea fluida, al no haber todavía asumido su derrota. La asesora de Biden, Jen Psaki, presionó para que el jefe de la Administración General de Servicios (GSA, por sus siglas en inglés), la agencia encargada de gestionar este traspaso de funciones, reconociera rápidamente a Biden como presidente electo. Una portavoz de la GSA dijo que ese paso no se había tomado.

El jefe de la GSA fue designado por Trump. Además, Biden tendrá que lidiar con un Congreso posiblemente dividido, en el que su partido actualmente solo tiene el control de la Cámara de Representantes. La mayoría en el Senado todavía no se ha definido, a falta de que se celebre segunda vuelta en dos carreras en Georgia en enero. También habrá que tener en cuenta las presiones provenientes del interior del partido demócrata, con el ala más desplazada a la izquierda que quiere impulsar una agenda agresiva y los moderados más proclives a colaborar con los republicanos, según destaca nuestra cadena hermana NBC News. Y, cuestión no menor, de que en la Corte Suprema hay una mayoría conservadora de seis contra tres tras el nombramiento de la juez Amy Coney Barrett, decidido por Trump y refrendado en el Senado días antes de las elecciones.

El primer paso de Biden en términos de planes políticos futuros tras resultar ganador ha sido la creación de un equipo de expertos para afrontar la crisis sanitaria causada por el COVID-19. El presidente electo designó a Vivek Murthy, excirujano general; David Kessler, excomisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés); y Marcela Nunez-Smith, profesora de la Yale University, como los líderes de este nuevo grupo de trabajo. En él se incluyen otros 10 miembros, casi todos ellos doctores y científicos, según anunció este lunes el equipo de transición de Biden. La pandemia que ya se cobró en Estados Unidos la vida de más de 239,000 personas, pero Trump varias veces pareció mostrar escasa confianza en la opinión de los científicos y minimizar sus consecuencias.

El plan de Biden, en cambio, contempla colocar a los científicos y expertos en salud pública a cargo de la comunicación con la población, según asegura su propio equipo Las respuestas del presidente electo sobre este tema incluyen, entre otras, el objetivo de asegurar fondos para aumentar las pruebas de coronavirus, adquirir material de protección adicional como las mascarillas e invertir 25,000 millones de dólares en la fabricación y distribución de vacunas, informa el diario Washington Post. Este medio asegura también que Biden y su equipo de transición planean aportar una acción más proactiva en las conversaciones previstas en el Congreso para desbloquear un nuevo paquete de estímulo económico.

Varias semanas de negociaciones bipartidistas con el objetivo de lanzarlo antes de las elecciones para aliviar un país gravemente afectado por una crisis de empleo que ha golpeado a millones de personas fracasaron por falta de entendimiento entre republicanos, demócratas y la Casa Blanca. Además, Biden y su compañera de fórmula, la vicepresidenta electa Kamala Harris, indican que quieren impulsar medidas económicas que favorezcan una mayor igualdad racial, como estímulos para pequeños negocios y garantizar salarios equitativos. También aseguran que trabajarán con el Congreso para aplicar reformas en la policía, entre ellas una prohibición nacional de las prácticas de inmovilización del cuello que ya han causado la muerte de personas negras, entre ellas George Floyd.

En el ámbito del medioambiente y la lucha contra el cambio climático, una de las primeras acciones que planea tomar Biden es hacer que Estados Unidos vuelva a incorporarse al Acuerdo de París, un pacto internacional firmado en 2015 por casi 200 países para reducir las emisiones nocivas y así frenar el calentamiento global, del que Trump decidió retirar al país. Además, dice que quiere crear un millón de puestos de trabajo en la industria del automóvil y sectores relacionados para impulsar la fabricación de vehículos eléctricos.

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