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RICHMOND, Virginia (AP) – El gobernador de Virginia, Ralph Northam, anunció el viernes que tanto él como su esposa dieron positivo por el coronavirus, aunque dijo que no muestra síntomas. Él es uno de los cuatro gobernadores de todo el país que dieron positivo por el virus que causa COVID-19, pero uno de los otros resultó ser un falso positivo. Northam y su esposa, que tiene síntomas leves, planean aislarse durante los próximos 10 días mientras trabajan de forma remota, según un comunicado de su oficina. El demócrata, el único gobernador del país que también es médico, ha sido criticado anteriormente por algunos legisladores republicanos que dicen que sus restricciones destinadas a frenar la propagación del virus son demasiado estrictas. Northam dijo en un comunicado que el resultado de su prueba muestra que el virus es «muy real y muy contagioso». “Estamos agradecidos por sus pensamientos y apoyo, pero lo mejor que puede hacer por nosotros, y lo más importante, por sus compañeros virginianos, es tomar esto en serio”, dijo Northam.
El gobernador y la primera dama Pam Northam fueron notificados el miércoles que un miembro del personal de Executive Mansion desarrolló síntomas de COVID-19 y que la prueba de virus del miembro del personal dio positivo. Otros tres gobernadores también dieron positivo por COVID-19. A principios de esta semana, el gobernador de Missouri, Mike Parson, un republicano que se ha negado rotundamente a exigir que los residentes usen máscaras, anunció que dio positivo en la prueba.
El gobernador de Oklahoma Kevin Stitt se convirtió en julio en el primer gobernador en anunciar que había dado positivo en la prueba. Se recuperó y volvió a trabajar menos de dos semanas después. En agosto, el gobernador de Ohio, Mike DeWine, anunció que una prueba rápida dio positivo. Pero poco tiempo después, DeWine dijo que una prueba más sensible resultó negativa. El anuncio de Northam se produce el mismo día que un mitin planeado por el presidente Donald Trump en Newport News, un evento que el personal del gobernador ha pedido que sea cancelado, reprogramado o reducido debido a preocupaciones sobre el virus. Se espera que la manifestación atraiga a 4.000 personas, lo que violaría la orden ejecutiva de Northam que generalmente prohíbe las reuniones de más de 250 personas. La campaña de Trump ha burlado rutinariamente las pautas de salud pública destinadas a detener la propagación del COVID-19 con sus eventos.
