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En este momento, cuando dos representantes republicanos se disputan el puesto, algunos miembros de ese partido advierten que no hay que poner la Constitución en manos de uno de ellos.
La repentina destitución del presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, tras la aprobación de una moción para declarar la presidencia vacante iniciada por un miembros de su propio partido, no solo creó un vacío de poder en ese cuerpo deliberativo, sino también paralizó toda actividad legislativa en el Congreso de Estados Unidos, lo cual hace urgente que la Cámara Baja elija un nuevo presidente cuanto antes.
En este momento dos representantes republicanos se disputan la poderosa presidencia de la Cámara de Representantes: el actual líder de la mayoría republicana Steve Scalise, representante por Louisiana, y el presidente del comité judicial Jim Jordan, representante por Ohio, quien cuenta con el apoyo del expresidente Donald Trump.
Por qué algunos miembros de su propio partido consideran a Jim Jordan como una mala opción
Jordan, de 59 años de edad, es un leal aliado de Trump que llegó a la Cámara Baja en 2007 y actualmente preside un subcomité sobre el supuesto uso de los poderes del gobierno federal como arma política, que supuestamente ha volcado su enfoque en investigar a Trump.
Aunque esta es una posición popular dentro de las filas republicanas, algunos miembros del partido están alarmados sobre una posible presidencia de Jordan.
Entre ellos la exrepresentante republicana por Wyoming, Liz Cheney, quien fue la exvicepresidenta del comité selecto de la Cámara de Representantes que investigó los hechos violentos en el Capitolio del 6 de enero de 2021.
En un discurso pronunciado el miércoles en la Universidad de Minnesota, Cheney dijo que “Jim Jordan sabía más sobre lo que Donald Trump había planeado para el 6 de enero que cualquier otro miembro de la Cámara de Representantes”.
Cheney señaló a Jordan de haber sido “parte de la conspiración en la que estaba involucrado Donald Trump mientras intentaba anular las elecciones” y preguntó: “¿Por qué Jordan no informó a la Policía del Capitolio lo que sabía que había planeado Donald Trump?”.
La advertencia de Cheney guarda coherencia con el contenido del informe final del comité del 6 de enero que señala a Jordan como “un actor importante en los esfuerzos del presidente Trump para anular las elecciones de 2020”.
Qué dice el informe del comité selecto que investigó el asalto al Capitolio sobre Jim Jordan
Según el informe “Jordan dirigió una conferencia telefónica en la que él, el presidente Trump y otros miembros del Congreso discutieron estrategias para retrasar la sesión conjunta del 6 de enero” en la que se “discutió la posibilidad de hacer publicaciones en las redes sociales alentando a los partidarios del presidente Trump a marchar hacia el Capitolio el día 6”.
El informe también señala que el 5 de enero, “Jordan le envió un mensaje de texto a Mark Meadows, entonces jefe de gabinete de Trump, recomendándole que el vicepresidente Pence debería “denunciar todos los votos electorales que él cree que son inconstitucionales”.
Sin embargo, a diferencia de Trump que fue acusado de cuatro cargos penales, incluyendo conspiración para obstruir e impedir el procedimiento de certificación del resultado de las elecciones por parte del Congreso del 6 de enero, Jordan no fue acusado por el fiscal especial Jack Smith .
Jordan desafió e ignoró un citación para declarar ante el comité del 6 de enero que buscaba su testimonio en relación a comunicaciones “materialmente relevantes” que sostuvo con “Donald Trump y otros en la Casa Blanca” el 6 de enero de 2021, por lo que fue remitido al Comité de Ética de la Cámara Baja.
Por su parte, Cadissidy Hutchinson, la testigo estrella del comité de 6 de enero, quien servía como parte del equipo de Meadows, dijo el viernes en el podcast Pod Save America que Jordan “estaba al tanto casi de todo, o sino de todo, lo relacionado con lo ocurrido el 6 de enero”.
“No le podemos confiar la Constitución a Jim Jordan” agregó Hutchinson.
Cheney dijo en su discurso que no creía que Jordan fuera finalmente elegido presidente de la Cámara Baja, pero advirtió que si eso ocurría “ya no se podrá decir que es posible contar con un grupo de republicanos electos para defender la Constitución”.