Fabiola Navarrete/Tu Tiempo Digital
Hola a todos que el Señor los mire con agrado y les muestre su favor. Hoy nuestro Padre ha puesto en mi corazón seguir hablando sobre la sabiduría, pues es un tema muy extenso y de vital importancia. En la biblia la palabra sabiduría aparece en 52 versículos.
La definición de sabiduría es: conjunto de conocimientos amplios que se adquieren mediante el estudio o la experiencia. También se conoce como la facultad de las personas para actuar con sensatez, prudencia o acierto. Viene del hebreo jokmah que significa “pericia”. Pericia es sinónimo de habilidad, destreza o conocimiento. El vocablo griego para sabiduría es sofia. De hecho los griegos tenían a su Diosa Sofía, quien era la Diosa de la Sabiduría. Para ellos la sabiduría era considerada una “cualidad de buen juicio desarrollada a partir de la experiencia, observación y reflexión”.
Es muy común que el término sabiduría se confunda con inteligencia. Sin embargo, una persona inteligente, no es necesariamente una persona sabia. Vamos a partir de la definición de conocimiento. Es el conjunto de cosas que se aprenden a través del estudio, ya sea a través de libros, medio impresos, o bien hoy en día, medios electrónicos. La inteligencia es la capacidad del ser humano para resolver problemas utilizando el conocimiento que fue previamente aprendido. Una persona sabia no utiliza sólo el conocimiento para tomar decisiones, usa también su experiencia, sus valores y principios.
En cuanto a la experiencia se refiere, cabe destacar que sí nos ayuda a tomar decisiones sabias, sin embargo, no es del todo confiable. Como sabemos, el ser humano puede cometer el mismo error más de una vez. Una persona no se convierte en sabia sólo por los años de experiencia que tenga. Una persona de edad “madura” puede tomar decisiones incorrectas y seguir sin aprender las lecciones que la vida le ha dado.
En la Palabra de Dios se nos enseña que una persona sabia es quien toma decisiones correctas, sensatas, prudentes, y que van de acuerdo a la Voluntad de Dios. Dios es la fuente de la Verdadera Sabiduría. En Proverbios 2:6 dice “Porque el Señor de la sabiduría; conocimiento y ciencia brotan de sus labios”. En Santiago 1: 5 dice “Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente si menospreciar a nadie”.
En Santiago 3:17 nos habla muy explícitamente sobre las cualidades de la sabiduría. Dice “Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía”. Quien tiene un corazón que ya ha sido purificado por el Señor, podrá reflejar no sólo en sus palabras, sino con sus obras, que la sabiduría de Dios vive en él. Será una persona que pueda dar un buen fruto en todas las áreas de su vida.
Recuerden que es también muy importante tener temor de Dios pues como nos dice en Proverbios 1:7 “El principio de la sabiduría es el temor de Dios”. Ya sabemos que es este temor el que nos mantiene alejados del mal camino y el que nos permite tomar esos caminos de bendición que Dios tiene para nosotros y de esta manera logramos que su buena, agradable y perfecta voluntad, se cumpla en nuestras vidas.
No hay tesoro más valioso que la Sabiduría de Dios. Proverbios 16:16 “Más vale adquirir sabiduría que oro; más vale adquirir inteligencia que plata”. Dejemos que la sabiduría de Dios abunde en nosotros y obtendremos la mayor de las riquezas.
Hoy quiero despedirme con una cita hermosa y que es lo que yo pido a Nuestro Padre en este momento. Salmo 90:12 “Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría”.
Uno de mis mayores anhelos es que en nuestro corazón sea depositada la sabiduría de Dios para que en nosotros abunden los frutos del Espíritu que son: amor, gozo, paz, paciencia, bondad, benignidad, fe, mansedumbre y templanza.
Los amo, les abrazo y primero Dios los veo muy pronto!
