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Luis Antonio Méndez-Brahan fue extraditado hace unos días a California para afrontar varios cargos relacionados con el tráfico de indocumentados. Sus hijos le ayudaban a ocultar sus ganancias ilícitas, de acuerdo con la acusación.
Un operativo federal logró desarticular a una familia que se dedicaba al tráfico de indocumentados desde la ciudad de Tijuana, México. El clan estaba constituido por el padre y sus tres hijos, quienes cobraban hasta 8,000 dólares a migrantes para cruzarlos a California, se lee en el expediente criminal.
Hace unos días, el líder de la organización Luis Antonio Méndez-Brahan, de 55 años, fue extraditado para afrontar varios cargos de conspiración para transportar indocumentados. Si es encontrado culpable enfrentaría una condena de hasta 10 años de prisión.
Sus tres hijos se declararon culpables por participar en el complot y fueron sentenciados en 2021. Uno de ellos ya salió libre y los otros dos seguían bajo custodia de las autoridades.
La acusación formal contra Méndez-Brahan, que fue interpuesta en 2019, describe que él hacía contacto con los migrantes en Tijuana y les cobraba entre 6,000 y 8,000 dólares por transportarlos a Estados Unidos.
El dinero era depositado a las cuentas bancarias de sus hijos, quienes vivían en California. Era una estrategia para tratar de ocultar sus actividades ilícitas, de acuerdo con el Departamento de Justicia.
Su zona de operaciones abarcaba de Tijuana a Tecate. Los guías llevaban a pie a los indocumentados hasta lugares donde los esperaban para transportarlos en autos a escondites.
En documentos judiciales se describen al menos tres grupos, que sumaban un total de 22 migrantes y que fueron llevados a EEUU entre el 18 de agosto y el 6 de octubre de 2018.
Sus hijos le ayudaban a transferir dinero
En la acusación se describen múltiples transacciones que recibieron sus hijos Christopher Méndez, de 28 años; Wendy Monserrath Méndez, de 24; y Nancy Jacqueline Suárez, de 31.
Su papá, a quien también conocían con el apodo de ‘Don Tony’, usó los servicios de empresas de giros postales para recibir los pagos de los migrantes y sus familiares en EEUU.
“Los investigadores de la Patrulla Fronteriza rastrearon las transacciones financieras realizadas por los hijos de Méndez-Brahan en Estados Unidos hasta empresas de servicios monetarios ubicadas en Tijuana y, en última instancia, hasta” su padre, señala un comunicado de la Fiscalía de San Diego.
Su hija menor Wendy Monserrath Méndez negó en 2021 haber participado en las actividades de su padre. En un documento presentado por su abogado, ella declaró que recibió casi 13,000 dólares en 14 transferencias, pero creyó que le ayudaba con un negocio de compra-venta de autos.
“Con el paso del tiempo, Wendy comprendió que el dinero depositado en su cuenta provenía del tráfico de extranjeros. Ella cometió el delito pensando que lo que estaba haciendo era ser una buena hija y la motivación original era ayudar a su padre”, se lee en un documento sometido a la corte.
“Después de entender lo que realmente estaba pasando, fue una situación difícil de la cual salir y no encontró las palabras para decirle que no a su padre”, agrega.
Este caso fue investigado por la Fuerza de Tarea Conjunta Alpha (JTFA), creada para desmantelar organizaciones involucradas en el tráfico de personas a lo largo de la frontera.