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KSBY noticias

Pese a que los incidentes de crímenes de odio bajaron levemente el año pasado frente al 2017, las agresiones contra hispanos aumentaron un 12%, según muestran los datos del Buró Federal de Investigaciones (FBI).

«Recuerda que voy a volver por ti. Cuida muy bien de tu hija», fue lo último que escuchó María (hemos usado un nombre ficticio para proteger su identidad) antes que el hombre al que le arrendaba una habitación y la hermana de él se fueran de su casa. María cuenta que la discusión comenzó el día previo cuando le pidió que desalojara porque tenía previsto vender su casa y ya no podría alquilarle un cuarto.

Nos amenazó, nos discriminó, nos dijo que éramos mojados», dijo María a Univision Noticias, que dio seguimiento a la denuncia recibida a través del proyecto de ProPublica Documenting Hate o El Reporte del Odio, que monitorea casos de este tipo en todo Estados Unidos.

La hermana del hombre también le gritó que llamaría al Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE en inglés) para que deportaran a su familia, denunció María, quien acudió a una corte para solicitar una orden de restricción. «Pero no pude hacer nada con la discriminación que viví», agregó la madre de una niña de dos años residente de Colton, una localidad a unos 45 minutos de la ciudad de Los Ángeles.

Casos como estos son los que busca registrar un reporte de incidentes de crímenes de odio del FBI. El más reciente reporte, publicado en la víspera, mostró que los incidentes de crímenes de odio permanecieron prácticamente sin cambios en 2018 frente al año previo, pero las agresiones contra personas, especialmente la violencia contra hispanos, registraron en ambos casos un incremento.

En total, el año pasado fueron reportados 7,120 incidentes considerados como crímenes de odio en el informe del FBI. Esto representa un declive de un 0.77% frente al 2017, que puso fin al incremento anual de los tres años previos, según los datos.

Si bien el FBI ha hecho esfuerzos para recopilar estos datos, las policías estatales y locales no tienen el deber de reportarlos, lo que hace que los números no reflejen del todo el panorama real de los crímenes de odio. La Oficina de Estadísticas Judiciales, por ejemplo, contabilizó en 2017 cerca de 250,000 crímenes de odio, cifra que se aleja considerablemente de los 7,175 que recopiló el FBI ese mismo año.

Asimismo, más de la mitad de las víctimas de algún crimen de odio no lo llegan a denunciar ante las autoridades. Expertos aseguran que los inmigrantes, ya sean indocumentados o no, denuncian menos este tipo de episodios por miedo a la deportación o a las represalias por parte de las fuerzas del orden.

El FBI define un crimen de odio como «una ofensa criminal contra una persona o propiedad, motivada totalmente o en parte por un prejuicio del atacante por motivos raciales, religiosos, de discapacidad, orientación sexual, étnicos, de género o de identidad de género».

Los prejuicios raciales, por lejos lo más que alimenta el odio

El año pasado, la mayor parte de los incidentes reportados se debieron a un prejuicio racial o étnico, 4,047 casos de los 7,120 totales. Le siguieron los incidentes por motivos religiosos, 1,419, y de orientación sexual, 1,196.

También hubo incidentes contra personas por alguna discapacidad, 159; por su género, 47; y por su identidad de género, 168, detalló el FBI.

Más agresiones dirigidas a personas

Pese a que los incidentes de crímenes de odio bajaron levemente el año pasado frente al 2017, las agresiones contra personas por el tipo de prejuicios descritos anteriormente aumentaron un 12% en ese período, mostraron los datos del FBI.

Las agresiones graves crecieron casi un 4%: de 788 a 818 casos. Las agresiones simples, por su parte, aumentaron un 15%: de 1,433 a 1,653. Por otro lado, las intimidaciones aumentaron casi un 13%: de 1,807 a 2,039.

Los hispanos, un blanco del odio

Tanto los incidentes de odio como las agresiones contra hispanos aumentaron el año pasado frente al anterior, a diferencia de los casos que involucraron a afroestadounidenses, judíos o árabes, donde las cifras arrojaron un panorama mixto.

Asimismo, tanto los incidentes de odio como las agresiones en contra de latinos alcanzaron en 2018 sus mayores niveles en ocho años y diez años. En el caso de los incidentes de odio, el número de casos fue de 485, el número más alto desde los 534 del 2010. Asimismo, hubo 326 agresiones en contra de latinos el año pasado, la mayor cantidad desde las 347 del 2008.

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