Faby Navarrete/ Tu Tiempo Digital
Hola a todos, confiada totalmente en que Dios cumplirá sus promesas en mí, les saludo este día. Pido a Nuestro Padre que todos ustedes puedan también depositar su total confianza en el Señor ya que Él es quien cumple sus promesas siempre.
Justo hoy recordaremos un salmo hermoso que fue escrito por el Rey David. Aquí David le expresó al Señor con unas bellas palabras cuánto lo ama y también le reiteró que sabía que Él le daría la fortaleza necesaria que requería en ese momento y que lo libraría de todos su adversarios.
Como muchos de nosotros sabemos, David fue un fiel siervo de Dios que fue perseguido durante muchos años por el Rey Saúl quien se llenó de celos en contra de David a pesar de que este hombre fue el Jefe de su Ejército y le sirvió fielmente. Además, el Rey Saúl fue también su suegro y el padre de su mejor amigo Johnatan. La relación que tenían era muy estrecha y por eso resultó más difícil para David comprender por qué quería deshacerse de él.
Sin embargo, David siempre confío en Dios y no se dejó desanimar por toda esta persecución que duró muchos años. Es así como David en Salmos 18:1-2 dice “Te amo, oh Señor, fortaleza mía. Señor, roca mía y castillo mío y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré. Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio”.
Aquí, David le declara su amor al Señor y su confianza total. David reconoce que ha sido Dios quien lo ha protegido siempre de aquellos que han querido lastimarlo y quien lo ha sacado de todas las situaciones adversas. En otras versiones de esta misma cita dice “El Señor es mi fuerza, el poder que me salva y mi lugar seguro”.
Sólo en Dios encontraremos la protección que necesitamos. Es Él el refugio más alto y el lugar más seguro para todos nosotros. Cuando sus brazos nos protegen nadie nos puede hacer daño. Debemos refugiarnos en el Señor cada vez que nos sintamos abatidos porque entonces nos cubrirá con su manto y no permitirá que nos toquen. Además, recobraremos la fortaleza que necesitamos para seguir adelante y salir de cualquier tipo de situación que estemos enfrentando.
Otro versículo hermoso y alentador de este mismo salmo es Salmos 18:20 “El Señor me ha premiado conforme a mi justicia; conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado”.
Es muy reconfortante saber que Dios es quien nos dará la recompensa que merecemos, según nuestras acciones, porque el único Juez Justo es Él. De esta manera, caminaremos siempre rectos tratando de hacer lo que a Él le agrada.
Para que podamos seguir ese camino que Dios ha trazado para nosotros, es muy importante recordar que la Palabra de Dios es el mejor manual de vida que podemos tener y por eso termino con este versículo. Salmos 18:30 “En cuanto a Dios, perfecto es su camino, y acrisolada la palabra de Dios. Escudo es a todos los que en él esperan”.
El término acrisolada significa que tiene cualidad de rectitud, integridad y perfección. La Palabra de Dios es así, intachable y es por eso que si la guardamos en nuestra mente, corazón y la llevamos por obra, estaremos seguros que recibiremos esa recompensa de Dios, a su debido tiempo. Es también, ese escudo que nos protegerá de todas esas tentaciones que se nos presentan. Entre más viva se encuentre la Palabra de Dios dentro de nosotros, mayor fortaleza espiritual tendremos.
Les amo, les abrazo y primero Dios los veo muy pronto.