Publicidad

Univision Noticias

La silla de San Eduardo, también conocida como la “silla de la coronación”, ha sido usada por casi todos los monarcas ingleses de los últimos 715 años, salvo contadas excepciones como la de Eduardo V, el rey de solo 12 años de edad, quien desapareció antes de poder ser coronado en 1483.
El rey Carlos III del Reino Unido se sentará en varias sillas durante la ceremonia de su coronación programada para el próximo sábado 6 de junio en la Abadía de Westminster en Londres, pero ninguna de ellas tiene el peso histórico de la silla de San Eduardo, también conocida como la “silla de la coronación”, en la cual el nuevo rey estará sentado al momento de finalmente recibir la corona.
Según el sitio web de la abadía, la silla de la coronación que por siglos reposó en la Capilla de San Eduardo el Confesor, “es uno de los muebles más preciados y famosos del mundo”, y “ha sido la pieza central de las coronaciones de los monarcas de Inglaterra durante más de 700 años, cuando se coloca en el centro de la Abadía, frente al altar mayor”.

La historia de la silla de San Eduardo

Construida hace más de 700 años con roble báltico, la silla de San Eduardo fue usada por primera vez en la coronación del rey Eduardo II el 25 de febrero de 1308.

Su diseño incluía un espacio debajo del asiento, para incorporar un bloque oblongo de piedra arenisca roja, conocida como la “piedra del destino” que había sido utilizada durante siglos en la coronación de los monarcas de Escocia.

La roca del destino fue capturada durante la invasión inglesa de Escocia en 1296 por las fuerzas de Eduardo I, quien comisionó la construcción de la silla de San Eduardo para albergar el simbólico botín. Originalmente, la piedra del destino estaba totalmente encerrada debajo del asiento de la silla, pero con el paso de los siglos, el frente de su cubierta se deterioró exponiendo la piedra completamente.

Desde su construcción la silla de San Eduardo ha sido usada por casi todos los monarcas de los últimos 715 años, salvo dos excepciones: la de Eduardo V, el rey de solo 12 años de edad, quien desapareció antes de poder ser coronado en 1483 y la del rey Eduardo VIII, quien abdicó al trono en 1936 antes de poder ser coronado, para casarse con la estadounidense divorciada Wallis Simpson.

Los cuatro leones dorados que le sirven de base fueron construidos en 1727 para reemplazar los originales, que no se agregaron a la silla hasta principios del siglo XVI. La silla muestra el paso del tiempo y de la indolencia de otras eras, como se puede ver en marcas y grafitis de escolares y turistas hechos presumiblemente entre los siglos XVIII y XIX.

La silla de San Eduardo sobrevivió un ataque con bomba en 1914, el cual fue atribuido al movimiento de las sufragistas, un grupo que hacía campaña para que las mujeres del Reino Unido obtuvieran el derecho al voto, lo cual ocurrió finalmente en 1928.

Restauración de la silla de la coronación

La silla de la coronación, que fue utilizada en funciones oficiales por última vez el 2 de junio de 1953, durante la coronación de la reina Isabel II, al recién desaparecida madre del actual monarca, fue sometida a un meticuloso proceso de restauración.

La integridad estructural fue el motivo de la restauración de la imponente estructura de madera de más de 6 pies y 9 pulgadas (1.05 mt) de altura, cuya apariencia no fue alterada durante el proceso.

Después de la coronación de Carlos III, la silla de la coronación regresará a su lugar habitual en la Capilla de San Jorge dentro de la Abadía de Westminster, donde está protegida tras una cerca de vidrio blindado, a la espera de la coronación del monarca que suceda al actual rey.

Publicidad

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.