AP/ Tu Tiempo Digital
SANTA ANA, California (AP) – Un funcionario de salud pública de alto rango para el Condado de Orange del sur de California renunció después de recibir amenazas por su orden de que los residentes se cubran la cara cuando están cerca de otros en público para protegerse contra el coronavirus.
La doctora Nichole Quick, oficial de salud del condado, dejó su trabajo el lunes por la noche, dijo Jessica Good, una portavoz de la agencia de salud del condado.
Quick es el séptimo funcionario de salud de alto rango en renunciar a California desde que comenzó la pandemia y los funcionarios de repente enfrentaron presiones, críticas y amenazas sin precedentes, dijo Kat DeBurgh, directora ejecutiva de la Asociación de Oficiales de Salud de California.
En una reunión reciente de la junta de supervisores del Condado de Orange, una residente dijo que invitaría a otros a realizar sesiones de entrenamiento fuera de la casa de Quick mientras usaban máscaras en protesta.
DeBurgh dijo que los residentes también llevaron una pancarta que representaba a Quick como nazi a una reunión pública y realizaron protestas frente a su casa.
Michelle Steel, presidenta de la Junta de Supervisores del Condado de Orange, denunció las amenazas contra Quick.
Quick emitió su orden a fines de mayo para tratar de limitar la propagación del virus cuando el condado del sur de California comenzó a reabrir más negocios. Una orden similar se encuentra en el vecino condado de Los Ángeles.
Además de los funcionarios de salud pública de California que renunciaron, a uno se le entregó una escolta del sheriff para brindar seguridad, dijo DeBurgh.
«Ciertamente hemos tenido comentarios furiosos en las reuniones anteriores, especialmente en torno a las vacunas, pero este nivel de amenaza, de tener que tener una escolta del sheriff, no lo hemos visto antes», dijo DeBurgh.
El Condado de Orange ha reportado 7,500 casos del virus y 177 muertes.
