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Según distintos medios, el presidente Trump presiona la salida del teniente coronel Alexander Vindman, asesor de seguridad experto en Ucrania, quien durante las investigaciones en la Cámara de Representantes testificó que había escuchado la llamada entre el mandatario y el presidente ucraniano y la reportó al Consejo Nacional de Seguridad. El presidente Donald Trump se prepara para presionar la salida de un funcionario de seguridad nacional que testificó en su contra durante las indagaciones para el ‘impeachment’ en la Cámara de Representantes: el teniente coronel Alexander Vindman. La noticia se conoció el jueves, luego de que el mandatario recriminara con rabia en su discurso desde la Casa Blanca a quienes intentaron sacarle del poder por la petición que hiciera en una llamada al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, y la amenaza de retirarle la ayuda militar a ese gobierno si no investigaba a los Biden.

Según reportes de medios, la salida del militar es inminente. El diario The Washington Post cita a dos fuentes que hablaron en condici´on de anonimato y refieren que Vindman será informado este mismo viernes —o en los próximos días— de que ha sido asignado a una nueva posición en el Departamento de Defensa. Vindman fue uno de los testigos claves para que la Cámara de Representantes avanzara a la redacción de los artículos para llevar a Trump a un juicio político en el Senado por abuso de poder y obstrucción del Congreso. En su declaración contó que él mismo escuchó la llamada de Trump con el presidente ucraniano en tiempo real. Dijo que oyó al mandatario pedirle a su par que investigara a los Biden, lo que le pareció “impropio” y ante la alarma que esto le generó, aseguró que sintió “el deber” de reportarlo al Consejo Nacional de Seguridad (NSC, por su sigla en inglés).
El Post reseña que el propio Vindman ya había informado al NSC de que buscaría una salida temprana de su cargo —en el que debía permanecer hasta julio— hacia finales de mes, según dos fuentes que conocieron de la decisión. Pero Trump tiene ansias de convertir al teniente coronel en un símbolo de lo que puede ocurrir a los oponentes que se le enfrenten, justo un día y medio después de que el Senado lo absolviera de los cargos por los que fue llevado a juicio político.
Estrategia de campaña
Trump dejó claro el jueves que utilizará el resultado de su juicio político como un elemento clave en su estrategia de campaña para la reelección. En su discurso criticó a distintas figuras que promovieron su acusación en el Senado, como la jefa de la mayoría en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y al senador por Utah Mitt Romney, que a última hora se decidió a votar con los demócratas, a favor de condenarlo.
Desde que Vindman testificó, el mandatario no ha dejado de recriminar la presencia del teniente coronel en el Consejo Nacional de Seguridad, refiere CNN al citar una fuente que explica que inclusive desde el 18 de noviembre, cuando se sentó en el comité de la Cámara de Representantes, sus responsabilidades han sido reducidas significativamente. El diario capitalino cuenta que Trump y sus aliados están considerando dar pasos similares a los dados con Vindman contra quienes consideran sus enemigos políticos tras el juicio en el Senado, incluyendo a otros funcionarios de seguridad nacional que pudieran haber testificado o colaborado con los representantes en las investigaciones. Por eso, dice al citar a consejeros de la residencia oficial, algunos de los ayudantes del presidente están discutiendo si remover o reasignar a otros puestos a varios funcionarios implicados en la investigación del ‘impeachment’.
Stephanie Grisham, secretaria de prensa del Presidencia, declaró al Post que con el evento del jueves en la Casa Blanca, Trump buscaba, entre otras cosas, hacer que la gente pagara por su conducta, además de insistir en su inocencia.
Mientras los cambios se concretan, el mandatario ya se prepara para los ataques que, aseguran, seguirá recibiendo de los demócratas durante los 9 meses que restan de la campaña presidencial. “Él está profundamente claro en el hecho de que los demócratas solo tienen una jugada: destruirlo personalmente cada día… hasta noviembre”, dijo Jason Miller, consejero informal y exayudante de campaña.