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Univision Noticias

En una audiencia histórica de más de dos horas, los nueve magistrados (seis conservadores y tres progresistas) interrogaron al abogado de Trump y al fiscal Michael Dreeben sobre la potencial inmunidad del expresidente republicano.

La Corte Suprema de EEUU comenzó a evaluar este jueves si Donald Trump goza de inmunidad penal como expresidente por sus actos mientras ostentaba el cargo.

El fallo de la Corte, que se espera para junio, puede tener repercusiones de gran alcance para el poder ejecutivo, pero también para los múltiples problemas legales de Trump, como virtual candidato republicano para las elecciones presidenciales en noviembre.

Y aunque la mayoría de los expertos en derecho constitucional le pronostican una derrota judicial, es posible que ya haya obtenido una victoria política, ya que al aceptar a trámite el caso, la Corte Suprema retrasó el comienzo de un juicio en el que se acusa a Trump de conspirar para alterar los resultados de las elecciones de 2020, que ganó el demócrata Joe Biden.

Te contamos los momentos que marcaron este día histórico, en el que Trump también enfrentaba otra audiencia en Manhattan por el caso de pagos ilegales a la actriz porno Stormy Daniels.

La defensa admite que no todos los actos de Trump están protegidos por la inmunidad presidencial

John Sauer, abogado de Trump, dedicó gran parte de la audiencia de alegatos a reforzar la idea de que «sin inmunidad presidencial frente a procesos penales, no puede haber presidencia tal y como la conocemos».

«Cualquier presidente se enfrentará de facto al chantaje y la extorsión de sus rivales políticos mientras ocupe el cargo», dijo Sauer.

El juez Clarence Thomas presionó al abogado de Trump al comienzo de los argumentos preguntando de dónde viene el principio de inmunidad absoluta.

Sauer recurrió rápidamente a un caso de la Corte Suprema que es fundamental para la defensa: una decisión de 1982 que sostuvo que los expresidentes son inmunes a las demandas civiles.

Sin embargo, la jueza Sonia Sotomayor señaló a Sauer que la acusación presentada alega que Trump actuó en beneficio propio. Dijo que los Padres Fundadores habían contemplado la idea de la inmunidad para los presidentes en la Constitución, pero habían decidido explícitamente en contra de ella.

La jueza, dijo, no imagina que se le pueda otorgar la inmunidad para un presidente que crea y presenta documentos falsos, ordena el asesinato de un rival político, y cualquier número de otros actos criminales.

Interrogado por la jueza conservadora Amy Coney Barrett, el abogado del republicano admitió que algunas de las acciones que el expresidente llevó a cabo tras las elecciones de 2020 tuvieron carácter «privado» y probablemente no estén protegidas por la inmunidad.

Ante las observaciones de los jueces, el equipo legal de Trump también admitió que la inmunidad presidencial no se extiende a las acciones personales, sino que protege solamente los actos oficiales.

Sauer dijo que creía que la mayoría de los actos cometidos por Trump son incuestionablemente oficiales.

Fue entonces que el presidente de la Corte, John Roberts, que podría ser un voto decisivo en este caso, se mostró escéptico sobre la idea de eliminar de la acusación los actos que son oficiales y no personales, diciendo que tal medida convertiría el caso en un “banco de una sola pata”.

La Corte Suprema se muestra escéptica a la inmunidad absoluta de Trump

En una audiencia histórica de más de dos horas, los nueve magistrados (seis conservadores y tres progresistas) interrogaron al abogado de Trump y al fiscal Michael Dreeben sobre la potencial inmunidad del republicano.

La mayoría de los jueces se mostraron escépticos a la petición de Trump al considerar que solo las actuaciones propias de las funciones de un presidente están blindadas por la inmunidad presidencial y no aquellas que tienen carácter personal.

Pero también hubo magistrados conservadores críticos con el manejo del caso por parte de la fiscalía y sugirieron que podrían devolver el caso a la corte de apelaciones del distrito de Columbia para determinar si las actuaciones de Trump fueron de carácter público o privado.

Más tarde, el juez conservador Samuel Alito presionó al fiscal con el argumento de que dejar desprotegidos a los expresidentes «desestabilizaría» la democracia, porque abriría la puerta a que los nuevos mandatarios encarcelaran a sus predecesores por venganza.

Mientras que las juezas progresistas se mostraron muy contrarias a la inmunidad absoluta de Trump.

Elena Kagan recordó que los redactores de la Constitución se oponían a la existencia de un «monarca» que estuviera «por encima de la ley» y Ketanji Brown Jackson sugirió que el indulto que recibió Richard Nixon tras el escándalo del Watergate demuestra que los exmandatarios sí que pueden ser procesados judicialmente.

Los magistrados se muestran extremadamente cautelosos en este caso. El mismo juez Brett Kavanaugh reconoció que “este caso tiene enormes implicaciones para la presidencia, para el futuro de la presidencia, para el futuro del país”.

La Corte abre la puerta a devolver el caso a una corte inferior

Las dudas de los magistrados sobre si la Suprema Corte de EEUU debe revisar o no el caso de inmunidad de Trump, inclina más la balanza a que puedan emitir un fallo que retrasaría aún más el juicio del republicano por presunta interferencia electoral.

El presidente de la Corte Suprema, John Roberts, así se lo dijo a Michael Dreeben, que representaba al fiscal especial Jack Smith.

«Según leí, dice simplemente: ‘un expresidente puede ser procesado porque está siendo procesado'», afirmó Roberts. «¿Por qué no deberíamos devolver (el caso) a una corte de apelaciones o emitir un dictamen que aclare que esa no es la ley?»

Enviar el caso nuevamente a una corte inferior para una revisión adicional retrasaría casi con certeza el juicio por conspiración electoral de Trump hasta después de las elecciones de noviembre, en las que se enfrentará una vez más al demócrata Joe Biden.

Incluso antes de que los jueces tomaran asiento el jueves, el alto tribunal se enfrentaba a una enorme presión por su lentitud para llegar a este punto. Cada día que la Corte no emita una decisión jugará a favor de la estrategia de Trump de retrasar varios de sus casos pendientes, poniendo en peligro la probabilidad de que Smith pueda llevar su caso a juicio antes de las elecciones.

¿Por qué la Corte Suprema está revisando el caso de inmunidad de Trump?

El fiscal especial Jack Smith presentó el caso de conspiración electoral contra Trump en agosto y ha presionado desde entonces para que el juicio comenzara en marzo.

Los abogados de Trump presentaron un sinfín de mociones para aplazar el caso contra el candidato presidencial republicano, incluida una en la que sostienen que un expresidente goza de «inmunidad absoluta».

Dos cortes ya rechazaron de plano este argumento, pero la Corte Suprema, de mayoría conservadora y con tres de los nueve magistrados nombrados por Trump, aceptó el caso a trámite.

En un fallo, una corte inferior estimó que la Constitución no avala este argumento. «No podemos aceptar que el cargo de la presidencia sitúe a sus antiguos ocupantes por encima de la ley para siempre», dijeron los jueces.

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