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Univision Noticias

La alcaldía de Nueva York lanzó un programa para asistir a miles de inmigrantes indocumentados que han llegado a la ciudad desde mayo tras ser expulsados por Texas en el marco de una dura y cuestionada política migratoria del gobernador Greg Abbott.

El anuncio hecho el viernes por la alcaldía de Nueva York, de apoyar a las familias inmigrantes que vienen a Estados Unidos en busca de asilo, no es la primera en su tipo ni tampoco será la última.

Si bien la llamada capital del mundo tiene un largo historial de proactivo de asistencia a inmigrantes provenientes de todo el mundo, esta vez el panorama es distinto: reacciona ante una oleada de ataques antiinmigrantes encabezada por estados gobernados por republicanos y se enfrenta a serios problemas socioeconómicos causadas por la pandemia del coronavirus y la inflación.

El diario The New York Times informó este sábado que la ola migratoria, agravada por el envío de buses proveniente desde Texas con cientos de indocumentados hallados en la frontera con México y que tienen una probable causa de asilo, está poniendo a prueba la identidad de la ciudad de Nueva York como santuario del mundo.

Pero los recursos son escasos y faltan manos para atenderlos, por eso eso la respuesta de la ciudad. La semana pasada Univision Noticias había reportado que en un solo día habían sido por un grupo de médicos de la organización SOMOS más de 170 indocumentados en una clínica ambulatoria.

El 20% de los extranjeros, “venía infectado con COVID-19, neumonía, afecciones cardíacas, deshidratados, fatiga crónica… Otros arribaron con mareos por falta de ingesta”, dijo en esa ocasión Yomari Peña, directora médica del grupo de voluntarios, que en 2021 estuvo a la vanguardia en las jornadas de vacunación contra el coronavirus.

“Los enviaron sin provisiones alimenticias”, agregó Peña. “Muchos llevaban meses tratando de llegar a Estados Unidos por lugares inhóspitos, zonas peligrosas donde aumenta la incidencia de infecciones como la tuberculosis o la neumonía adquirida en la comunidad. Y cuando les preguntamos ‘¿cuándo te hiciste la última prueba?’, responden que hace un año”.

A pesar de las advertencias hechas por los médicos, el gobernador de Texas, Greg Abbott, dijo que el plan Estrella Solitaria seguirá operativo enviando indocumentados a las ciudades de Nueva York y Washington DC. El funcionario se encuentra en campaña de reelección en los comicios de medio término del primer martes de noviembre, cuando los estadounidenses también elijan una nueva Cámara de Representantes federal renueven un tercio del Senado.

El traslado de indocumentados a otros estados no se detiene

La amenaza de Abbott es palpable. El miércoles cuatro nuevos autobuses cruzaron con decenas de indocumentados la Gran Manzana. No se trató de un festejo: son extranjeros que huyeron de sus países y vinieron a Estados Unidos en busca de asilo. Llegaron a la frontera, fueron hallados por las autoridades federales de inmigración quienes determinaron, en uso de su discrecionalidad, que tienen una causa probable y conforme la ley fueron procesados.

Al no constituir una amenaza para la seguridad pública y nacional de Estados Unidos, son puestos en libertad bajo el Programa Alternativo de Detención (ATD) con notificaciones de comparecencia hasta que se presenten ante un juez de inmigración quien decidirá sus futuros en Estados Unidos.

El diario dijo que cuando se abrieron las puertas de los autobuses, “uno por uno los pasajeros, cual jinetes procedentes de Texas, salieron a una ciudad desconocida, algunos cansados pero sonrientes. Unos venían con mochilas, mujeres cargando bebés y mantas, niños colgando osos de peluche. Un hombre no usaba zapatos, solo calcetines”.

Los médicos de SOMOS lo habían advertido la semana pasada. “No traen nada, muchos vienen enfermos. Y los daños emocionales son enormes. Algunos llevan meses en una travesía en busca de salvar sus vidas por algunos de los territorios más peligrosos del mundo”.

El grupo que arribó el miércoles fue recibido por Manuel Castro, el Comisionado de Asuntos Migratorios de la ciudad. El funcionario, vestido con una camisera, le estrechó la mano a todos, incluso a los niños. Cuando salieron de Texas simplemente salieron.

“Brindará servicios integrales para los nuevos estudiantes que ingresan al sistema escolar, incluidos apoyos académicos, socioemocionales y de acceso al idioma”, se lee en un comunicado enviado por la municipalidad a los medos.

El plan también incluye recursos específicos para familias que buscan asilo que actualmente viven dentro y fuera del sistema de refugio de la ciudad.

Asociado a la amenaza de pobreza extrema los inmigrantes enfrentan un segundo problema que no es advertido por Texas cuando los expulsa. La ‘Operación Estrella Solitaria’ de Abbott, lejos de ofrecer una ayuda a los inmigrantes que vienen en busca de asilo, como ha intentado explicar el estado, amenaza con convertir miles de sueños en tormentosas pesadillas.

“A simple vista hay violaciones de derechos civiles de estas personas que previamente fueron puestas en libertad condicional por el gobierno federal mientras avanzan sus procesos migratorios”, dijo a Univision Noticias Álex Gálvez, un abogado de inmigración que ejerce en Los Ángeles, California.

“De alguna manera se mira como un secuestro. Algo similar hizo el gobierno de Donald Trump cuando separó familias forzosamente en la frontera levantándoles cargos criminales cuando venían en busca de asilo, un recurso legal disponible”, agregó.

«Me pregunto qué autoridad tiene un estado, en este caso Texas, de detener y trasladar a otras jurisdicciones a gente que el gobierno federal los libera bajo palabra y con permiso para poder pelear en libertad su caso de inmigración dentro de Estados Unidos”, añadió.

En el esfuerzo por desarrollar el plan Adams no está solo. Junto al alcalde figuran David C. Banks, canciller del Departamento de Educación (DOE) de la ciudad de Nueva York; y Gary Jenkins, comisionado del Departamento de Servicios Sociales (DSS).

La iniciativa, señalan, es “apoyar a las familias que buscan asilo y garantizar que los niños reciban una gama completa de servicios para comenzar su educación pública en la ciudad de Nueva York el primer día de clases el próximo mes”.

El plan, que involucra múltiples agencias, “destaca los servicios integrales para garantizar que las familias que buscan asilo y sus hijos tengan acceso a los apoyos académicos, socioemocionales y basados en el idioma críticos necesarios para tener éxito en las escuelas públicas de la ciudad de Nueva York”.

Al respecto, abogados de inmigración consultados por Univision Noticias reiteran un detalle de “vida o muerte” para cada uno de los indocumentados expulsados por Texas a Nueva York o DC. Una vez el inmigrante llega a su nuevo y forzado destino “hay que revisar la documentación que les entregó el gobierno federal cuando fueron procesados y luego puestos en libertad, verificar bajo el ATD y chequear la jurisdicción para presentarse a sus audiencias o citas dentro del caso de inmigración que les abrieron”, explicó Jaime Barrón, quien ejerce en Dallas, Texas.

“Deben verificar la dirección que dieron a las autoridades y si coincide con la jurisdicción asignada al caso. Y, si se cambian o mudan de dirección, deben pedir la transferencia del proceso a la agencia de inmigración más cerca del lugar donde vive”, añade.

Barrón agregó que “esperamos que en el camino la persona encuentre abogados que puedan asesorarlo para que tenga la oportunidad básica de defenderse y ejercer sus derechos de permanencia”.

“Si la gente no se presenta a sus citas, sea porque extraviaron los documentos, porque se quedaron en otro estado distinto al que reportaron a las autoridades federales y nadie les explicó que deben notificar los cambios de dirección y que no asistir a una cita es grave, pueden recibir una orden de deportación en ausencia y perder sus derechos de permanencia en Estados Unidos”, concluyó.

Albergues congestionados

El grupo de trabajo coordinado por Adams señala que, desde mayo, la ciudad ha experimentado un aumento en el número de personas que buscan asilo que llegan de los estados fronterizos con México.

“Muchos ingresaron al sistema de albergues de la ciudad, mientras que otros encontraron vivienda a través de familiares, amigos o patrocinadores. Además, los grupos comunitarios han ayudado a las personas a volver a enviar boletos a sus destinos finales fuera de la ciudad de Nueva York”, agrega.

La Ciudad de Nueva York estima que aproximadamente 6,000 solicitantes de asilo han pasado por el proceso de admisión en los últimos tres meses. El número sobrecarga los tribunales de la Corte de Inmigración, que a nivel nacional tienen más de 1.8 millones de expedientes atascados y en promedio la resolución de los casos tardan hasta más de cuatro años.

El New York Times dice que la población del principal sistema de refugios para personas sin hogar ha aumentado un 13% desde mayo, a 51,000. Pero advierte que hay mucho debate sobre cuánto de ese aumento es atribuible a los inmigrantes y cuánto a factores locales como el final de una moratoria de desalojo y las fluctuaciones estacionales. Pero cualquiera que sea la razón, la situación es crítica.

“La Ciudad de Nueva York es un faro para el mundo porque somos una ciudad de inmigrantes, comprometida con la larga tradición de Estados Unidos de dar la bienvenida a personas y familias que buscan refugio”, dijo el senador estatal Robert Jackson. “Hoy, la Ciudad de Nueva York comienza a cumplir su compromiso de construir un futuro mejor y más seguro, que responda a las necesidades de nuestros compañeros inmigrantes neoyorquinos. Damos la bienvenida al Proyecto Open Arms de la ciudad, que brindará acceso a los apoyos críticos académicos, socioemocionales y basados en el lenguaje necesarios para tener éxito en las escuelas públicas de la ciudad”, indicó.

Por su parte, la senadora estatal Julia Salazar dijo que “este es el momento de la verdad cuando se trata de estar a la altura de ser una ciudad santuario”.

“El Proyecto Open Arms es un testimonio de nuestro mejor plan interinstitucional. En la hora de su desplazamiento y desesperación, depende de nosotros asegurar que estas familias tengan una mano amiga cuando lleguen aquí. Somos la ciudad de la compasión, y pudimos movilizar estos programas y una respuesta integral tan rápido como lo hicimos”.

A su vez, Rita Joseph, presidenta del Comité de Educación, dijo que “todos los niños, independientemente de su estatus migratorio, tienen derecho a una educación de calidad. Nuestras escuelas públicas recibirán a los estudiantes que buscan asilo y a sus familias con los brazos abiertos”.

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