Publicidad

Fabiola Navarrete/ Tu Tiempo Digital

Hola a todos bendecida y agradecida me encuentro por estar aquí una vez más compartiendo un mensaje de nuestro Padre. Espero de todo corazón que ustedes sigan viendo todas esas bendiciones que el Señor nos regala cada día.

En esta ocasión hablaremos de uno de esos milagros tan grandes que hizo Jesús cuando estuvo aquí en la Tierra. Les recomiendo que lean los libros de Marcos, Mateo, Lucas y Juan pues a través de ellos conoceremos más sobre las enseñanzas que el Mesías nos dejó y también sobre ese comportamiento intachable que mostró.

En Marcos Capítulo 2 nos habla sobre el milagro del paralítico que nos deja una gran lección. Aquí Jesús estaba siendo esperado por una gran multitud en un lugar llamado Capernaum. El lugar en donde Jesús daría su mensaje, estaba ya abarrotado. Entre todas estas personas se encontraban también 4 varones que querían que Jesús sanara a un hombre que yacía en un lecho porque era paralítico. Estos hombres se las tuvieron que ingeniar y lograron abrir una abertura en el techo y por ahí pasaron la camilla de este hombre.

Jesús se sorprende de la enorme Fe de estos hombres, pero también del gran amor que mostraron hacia su prójimo. Como ya sabemos, el segundo mandamiento, después de amar a Dios,  es amar a nuestro prójimo como a nosotros mismo, y estos hombres en verdad lo estaban llevando a cabo. A Dios y a Jesús les encanta que nosotros dejemos de ser egoístas  y no sólo pensemos en nuestras necesidades. Les agrada que nuestras oraciones sean por los demás y que además de orar también dejemos de estar tan ensimismados y hagamos cosas por las personas que nos rodean.

Es así como en el versículo 5 dice: “Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo tus pecados te son perdonados”. Es importante recalcar el término Fe que aunque ya lo hemos definido en varias ocasiones, hoy lo haremos de nuevo usando otras palabras. La fe es adelantarse a la victoria, es agradecer y festejar por aquello que todavía no podemos ver, es tener el corazón lleno de paz sabiendo que Dios será fiel y que no nos fallará. Es esta la Fe que estos hombres tuvieron y la que nosotros debemos practicar y ensanchar cada día. Si ellos lo pudieron hacer, cuanto más nosotros que ya sabemos que Cristo resucitó y que sigue intercediendo día y noche por nosotros.

Después de decir estas palabras Jesús fue cuestionado por los escribas quienes no podían creer cómo él podía sentirse con la autoridad para poder perdonar pecados. A lo que Jesús les contestó que como Hijo de Dios él tenía potestad para perdonar pecados en la Tierra. Les dijo que  era lo mismo decirle eso o bien decir: “toma tu lecho y anda”. Fue así, que el  paralítico se levantó y volvió a caminar dejando a todos sorprendidos y demostrando que Jesús tenía el poder de sanar y perdonar pecados al mismo tiempo.

Tomemos este ejemplo de Fe y de amor de estos 4 varones para dedicar un poco más de tiempo para orar por las otras personas y hacer más cosas para ayudarlos. Recordemos que tenemos un Dios que todo lo puede así que elevemos hoy más que nunca nuestra confianza en nuestro Padre Celestial.

Termino justo con un versículo que nos ayudará a sentirnos aún más seguros de la fidelidad de Dios. Se encuentra en 1 Corintios 10:13 y dice “ No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana: pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”.

Ese es el Padre que tenemos, un padre que nos ama, nos protege y que siempre nos va a ayudar a salir de cualquier adversidad. Sigamos firmes en nuestra Fe y amémonos los unos a los otros.

Les amo, les abrazo y primero Dios los veo muy pronto.

Publicidad

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.