Univision Noticias
Quién es Sam Altman, el ‘gurú de la inteligencia artificial’ cuyo despido de OpenAI pone en peligro el futuro de ChatGPT
La organización sin fines de lucro Centro para la Seguridad de la Inteligencia Artificial (CAIS) advirtió en mayo en una escueta carta de una línea, firmada por un grupo de líderes de la industria, que esa tecnología plantea una amenaza existencial para la humanidad similar a la que presentan escenarios como las pandemias y las guerras nucleares.
Fue mucho lo que se especuló en ese momento, pero a nadie se le ocurrió que solo seis meses después OpenAI, la compañía que creó la popular herramienta de inteligencia artificial generativa conocida como ChatGPT, correría en sí misma un riesgo existencial después del abrupto despido de su presidente Sam Altman, uno de los más prominentes firmantes de la carta.
Altman fue despedido el pasado viernes de la presidencia ejecutiva de OpenAI por su junta directiva, alegando “no había sido consistentemente sincero en sus comunicaciones con la junta”.
Desde el despido de Altman muchos más empleados de OpenAI, incluyendo otros altos ejecutivos, amenazaron con unirse a ellos en Microsoft en una carta abierta dirigida a la junta en la que piden la renuncia de la junta y el regreso de Altman.
Una copia de la carta obtenida por The Associated Press (AP) mostraba que el número de firmas ascendía a la mayoría de los 770 empleados de la compañía. AP no pudo confirmar de forma independiente que todas las firmas fueran de empleados de OpenAI.
“Todos en @OpenAI están unidos”, dijo en X uno de los firmantes, el científico investigador Noam Brown. “Esta no es una guerra civil. A menos que Sam y Greg regresen, no quedará OpenAI para gobernar”.
La carta alegaba que después del despido de Altman, el equipo ejecutivo restante de la compañía había recomendado que la junta directiva renunciara y fuera reemplazada por una “junta calificada” que pudiera estabilizar la compañía. Pero la junta se resistió y dijo que permitir que OpenAI fuera destruida sería consistente con su misión orientada hacia la seguridad, según la carta.
“Si los arquitectos, la visión y los cerebros detrás de estos productos se van, la empresa será una sombra de lo que alguna vez fue”, dijo Sarah Kreps, directora del Instituto de Política Tecnológica de la Universidad de Cornell. “Toda esa confianza en el cerebro destinada a Microsoft significará que estas impresionantes herramientas saldrán de Microsoft. Será difícil que OpenAI siga prosperando como empresa”.
Altman es un empresario tecnológico de 38 años de edad, nacido en Chicago, quien después de solo un año abandonó sus estudios de ciencias de la computación en Stanford para dedicarse a tiempo completo a su trabajo empresarial.
Después de trabajar en compañías como Looptd, Reddit, Y Combinator y Tools for Humanity, en diciembre de 2015, Altman unió fuerzas como Elon Musk, Peter Thiel, y otros ejecutivos tecnológicos para fundar la organización sin fines de lucro para la investigación en inteligencia artificial Open AI, con financiamiento de Microsoft y Amazon.
A pesar de sus ilustres socios y después de dedicarse a tiempo completo a su trabajo en OpenAI a partir de 2019, la celebridad de Altman comenzó a subir a niveles que han sido comparados con el mismo Steve Jobs en los mejores momentos de Apple.
El lunes, Microsoft contrató a Altman, y al expresidente de OpenAI Greg Brockman, para que lideren un nuevo equipo de investigación avanzada de IA. Brockman, cofundador de OpenAI, había renunciado el fin de semana en protesta después del despido de Altman.
El director ejecutivo de Microsoft, Satya Nadella, escribió en X, antes Twitter, que estaba “extremadamente emocionado” de incorporar a la pareja y esperaba “con ansias conocer” al nuevo equipo directivo de OpenAI.
Altman dijo más tarde en X que su principal prioridad en Microsoft es garantizar que OpenAI “continúe prosperando” y que sigue comprometido a “brindar total continuidad de las operaciones a nuestros socios y clientes”.
En una publicación de X el lunes, el nuevo director ejecutivo interino de OpenAI, Emmett Shear, dijo que contrataría a un investigador independiente para investigar la destitución de Altman y escribir un informe dentro de 30 días.
“Está claro que el proceso y las comunicaciones en torno a la eliminación de Sam” fueron “muy mal” manejados, escribió Shear y dijo que “impulsará cambios en la organización”, incluidos “cambios significativos en su gobernanza si fuera necesario”.
Originalmente comenzó como una organización sin fines de lucro y aún se rige como tal, la misión declarada de OpenAI es construir de manera segura una IA que sea “generalmente más inteligente que los humanos”. Los debates han girado en torno a ese objetivo y si entra en conflicto con el creciente éxito comercial de la empresa.
OpenAI se negó la semana pasada a responder preguntas sobre la supuesta falta de franqueza de Altman. El comunicado de la compañía dijo que su comportamiento estaba obstaculizando la capacidad de la junta para ejercer sus responsabilidades.
El cofundador, científico jefe y miembro de la junta directiva de OpenAI, Ilya Sutskever, lamentó su participación en el derrocamiento. “Nunca tuve la intención de dañar a OpenAI. Me encanta todo lo que hemos construido juntos y haré todo lo posible para reunir la empresa”, dijo el lunes en X.
Microsoft se negó a comentar sobre la carta.
Aparte de Sutskever, el resto de la junta, conformada por el director ejecutivo de Quora, Adam D’Angelo, la empresaria tecnológica Tasha McCauley y Helen Toner del Centro de Seguridad y Tecnología Emergente de Georgetown, no pudo ser contactado.
ChatGPT sin Sam Altman
Fue Altman quien ayudó a catapultar ChatGPT a la fama mundial, gracias a su capacidad para responder preguntas y producir pasajes de texto similares a los humanos de una manera aparentemente natural.
El año pasado, se convirtió en la voz más solicitada de Silicon Valley sobre las promesas y los peligros potenciales de la inteligencia artificial y a principios de este año, realizó una gira mundial para reunirse con funcionarios gubernamentales, atrayendo grandes multitudes en eventos públicos mientras discutía los riesgos de la tecnología y la necesidad de regularla.
Las crecientes ganancias de OpenAI este año, ayudando a avanzar en el desarrollo de una inteligencia artificial más capaz, también generaron más conflictos sobre si ese rápido ritmo de comercialización encajaba con la visión fundacional de la compañía, dijo Kreps.
En lugar de frenar ese ritmo, la destitución de Altman podría frenar completamente el avance de OpenAI. Altman “realmente tiene un aura de poder caminar sobre el agua, y creo que gran parte de ella es bien merecida”, dijo Kreps. “Él es quien ha atraído la inversión y lo hará dondequiera que esté”.
Las acciones de Microsoft subieron casi un 2% antes de la campana de apertura y se acercaban a un máximo histórico el lunes.
Con información de The Associated Press. AP y OpenAI tienen un acuerdo de licencia y tecnología que permite a OpenAI acceder a parte de los archivos de texto de la AP.