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Un medicamento contra el alzhéimer, donanemab, desarrollado por la farmacéutica Eli Lilly, frena significativamente la progresión de la enfermedad, según los resultados de un ensayo clínico de fase 3 publicados el miércoles por la compañía.
Los pacientes que recibieron durante año y medio este tratamiento de anticuerpos (administrado una vez al mes por vía intravenosa) sufrieron un deterioro de la memoria, la capacidad cognitiva, y la habilidad para realizar actividades cotidianas un 35% más lento que los pacientes que tomaron un placebo.
También experimentaron un 39% menos de probabilidades de que la enfermedad pasara al siguiente estadio durante el tiempo que duró la investigación, de acuerdo con los resultados del ensayo.
Los beneficios del tratamiento, no obstante, deberán sopesarse con el riesgo de inflamación y hemorragia cerebrales, que pueden ser graves e incluso mortales en casos excepcionales. Tres participantes en el ensayo murieron a causa de estos efectos secundarios, según la farmacéutica, que planea solicitar la aprobación del fármaco a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés) este mismo trimestre, con el fin de comercializarlo cuanto antes.
El doctor Daniel Skovronsky, director científico de Lilly, afirmó que el donanemab demostró el mayor nivel de eficacia de cualquier tratamiento contra el alzhéimer en un ensayo clínico. En la prueba participaron personas en las primeras fases del alzhéimer con presencia confirmada de placa cerebral asociada a la enfermedad.
“Cada día que pasa hay pacientes que atraviesan esta fase temprana de la enfermedad, que va avanzando, y no se pueden beneficiar del tratamiento”, declaró a CNBC, “es una urgencia muy apremiante”.
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La farmacéutica solicitó la aprobación acelerada de donanemab, pero la FDA la rechazó en enero requiriendo a la compañía más datos sobre los pacientes que recibieron el tratamiento durante al menos 12 meses. La compañía respondió entonces que los datos no estaban disponibles en ese momento porque muchos pacientes pudieron suspender la dosis a los seis meses porque el tratamiento eliminaba la placa rápidamente.
La enfermedad no progresó en casi la mitad de los pacientes (47%) que tomó el donanemab un año después del inicio del tratamiento, frente al 29% que recibió el placebo, según los datos publicados.
Más de la mitad de los pacientes completaron el tratamiento en el primer año y el 72% lo acabó en 18 meses debido a la eliminación de la placa cerebral, según el ensayo clínico.