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Univision Noticias

En comparecencia ante el Senado, un exingeniero de Boeing declaró que la empresa está tomando atajos en el ensamblaje de los 787 Dreamliners que dejan secciones del fuselaje del avión vulnerables a romperse.

Boeing fue objeto de dos audiencias en el Senado este miércoles en las que fueron examinadas las acusaciones de importantes fallos de seguridad del fabricante de aviones. La empresa se ha visto envuelta en una crisis desde que el panel de una puerta se desprendió de un 737 Max durante un vuelo de Alaska Airlines en enero.

Cuatro denunciantes, entre ellos empleados actuales de Boeing, testificaron este miércoles delante de una comisión investigadora del Senado ante la cual denunciaron «graves problemas» de producción de los aviones 737 MAX, 787 Dreamliner y 777, algo que la compañía niega.

La audiencia ocurre luego de que Sam Salehpour, ingeniero de calidad en Boeing hace una década, contactara a la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) a propósito de la seguridad de Dreamliner y del 777.

Un comité del Senado, presidido por Richard Blumenthal de Connecticut, escuchó a los denunciantes que encontraron graves fallas en la cultura de seguridad de la empresa. Esto dijeron los hombres sobre la calidad de las aeronaves de Boeing.

“Están fabricando aviones defectuosos”

Un exingeniero de Boeing declaró que la empresa está tomando atajos en el ensamblaje de los 787 Dreamliners que dejan secciones del fuselaje del avión vulnerables a romperse.

“Están fabricando aviones defectuosos”, declaró el informante, Sam Salehpour, a los miembros de una subcomisión de investigación de la Comisión de Seguridad Nacional y Asuntos Gubernamentales del Senado.

Salehpour dijo que Boeing utilizó una cantidad de fuerza «ilimitada y no medida», incluidas personas que saltaban sobre piezas del avión, para corregir la desalineación entre secciones de las turbinas, y que la separación acabó siendo mucho mayor que la 5/1000 de pulgada permitida por las propias normas de Boeing.

“Vi a trabajadores saltar sobre piezas de avión como para conseguir alinearlas. Lo llamo el efecto Tarzán».

Salehpour indicó que envió numerosos reportes al respecto. «Me ignoraron. Me dijeron que no creara retrasos. Me dijeron, francamente, que me callara».

Extrabajador de Boeing asegura que los 737 MAX no son seguros para viajar

Además de Salehpour, los miembros de la comisión escucharon a Ed Pierson, exresponsable de Boeing en el programa 737 MAX, así como a Joe Jacobsen, quien trabajó 25 años en la FAA luego de 11 años en Boeing, y a Shawn Pruchnicki, especialista en seguridad aérea y piloto de aerolínea.

«Hice todo lo que pude para decirle al mundo que el MAX no era seguro y para alertar a las autoridades sobre los peligros de la producción de Boeing», explicó Pierson. Pero » nada cambió tras los dos accidentes«.

Pierson también denunció que Boeing ocultó información sobre los trabajos realizados en la aeronave de la que se desprendió un panel en pleno vuelo.

«Existen registros que documentan con detalle el ajetreado trabajo realizado en el avión de Alaska Airlines y los dirigentes corporativos de Boeing también lo saben, porque lucharon por ocultar estos mismos registros condenatorios tras los dos accidentes del Max», dijo en sus comentarios iniciales.

«A menos que una acción sea adoptada y que los directivos asuman sus responsabilidades, cada persona que se suba a bordo de un Boeing está en riesgo», aseveró Pierson, quien estimó que la supervisión de la FAA es «ineficiente».

Boeing acosó a extrabajadores para que no denunciaran

Durante su testimonio, el exingeniero de Boeing hizo ver su preocupación por testificar en la audiencia ya que años atrás había sido víctima de acoso e intimidación por parte de la empresa, a quien señala como responsable de haber ponchado una llanta de su auto cuando él empezó a levantar la voz sobre las fallas dentro de la compañía.

«No estoy aquí porque quiera estar aquí. Estoy aquí porque (…) no quiero ver el accidente de un 787 o de un 777», declaró ante los senadores Salehpour.

«Tengo serias preocupaciones sobre la seguridad del 787 y estoy dispuesto a asumir un riesgo profesional al hablar», afirmó.

«Fui ignorado, me dijeron que me callara, recibí amenazas físicas», aseguró el ingeniero. «Si algo me pasara, estaré en paz, porque creo que testificando abiertamente voy a salvar muchas vidas», añadió.

El senador Blumenthal le pidió que describiera las amenazas verbales que recibió en el trabajo: «Alguien me dijo que habría matado a alguien como yo si [hubiera] dicho algo así», contó el ingeniero.

Esta no es la primera vez que quedan al descubierto las amenazas que la empresa presuntamente ejercía sobre sus empleados. El mes pasado, John Barnett, otro exempleado de Boeing que había denunciado supuestas malas prácticas en la planta donde se produce el 787 Dreamliner, también denunció las prácticas de abuso y acoso de la empresa. Poco después, Barnett se suicidó el 9 de marzo.

Boeing se deslinda de acusaciones

Blumenthal dijo que su panel tenía previsto celebrar nuevas audiencias sobre la seguridad de los aviones de Boeing y esperaba que su presidente, David Calhoun, compareciera para ser interrogado.

Ni Calhoun ni ningún representante de Boeing asistieron a las audiencias del miércoles. Un portavoz de Boeing dijo que la empresa está cooperando con la investigación de los legisladores y se ofreció a proporcionar documentos y sesiones informativas.

La empresa dice que las afirmaciones sobre la integridad estructural del Dreamliner son falsas.

Las acusaciones de Salehpour y las nuevas indagaciones de la FAA se suman a otras investigaciones que la agencia federal está realizando sobre el proceso de fabricación del 737 MAX, lo que está afectando seriamente los números de Boeing.

Este martes la empresa anunció que en el primer trimestre del año entregó 83 aviones comerciales (67 del modelo 737, 3 del 767 y 13 del 787) así como 14 aparatos militares.

Estas cifras suponen un descenso con respecto a las del mismo periodo de 2023 cuando la compañía entregó 130 aviones comerciales, incluidos 113 unidades del 737.

Tras conocerse la investigación de la FAA y las cifras de entregas, las acciones de Boeing cayeron un 1% en las operaciones de la mañana y cotizaban a $177.7.

La audiencia del miércoles será seguida de otras, con responsables de Boeing y la FAA llamados a testificar, sostuvo el senador demócrata Richard Blumenthal, presidente del organismo, quien señaló que hay acusaciones «cada vez más graves» que señalan que la «cultura de la seguridad en Boeing está rota».

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