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María Estela Esparza Magallanes fue arrestada este martes en California por distribuir productos faciales que contenían altos niveles de mercurio, un peligroso elemento químico que puede envenenar a una persona. En septiembre, una mujer terminó en coma por aplicarse una crema elaborada en México.
LOS ÁNGELES, California.- Casi toda la cuenta de Facebook de María Estela Esparza Magallanes estaba dedicada a su pequeño negocio de venta de cremas faciales importadas de México.Las promovía en esa red social y las vendía en persona en California o usando el servicio de paquetería. Le sobraban clientes.
“Gracias por las cremas (…) Me han dado muy buenos resultados, me están quitando las manchas de mi piel”, le escribió una mujer que supuestamente utilizó sus productos de belleza. “Yo llegué a pagar mucho dinero por tener mi cara así de limpia, pero nada me funcionó”, le comentó otra compradora. Ambos mensajes fueron publicados en su página de Facebook tratando de garantizar los resultados.
Los principales productos de sus empresas ‘Crema Esparza’ y ‘Crema Jimena’ eran hidratantes faciales que prometían aclarar la piel, eliminar las pecas de la edad y resolver los problemas del acné. Se las enviaban desde Zacatecas y ella misma las recogía en Tijuana. La mercancía era almacenada en su casa en Orosi, una pequeña comunidad a 206 millas al norte de Los Ángeles.
Sus clientes pagaban 30 dólares por las cremas embellecedoras. Ella les colocaba su propia etiqueta y también le escribía con plumón “Día” o “Noche”, indicando el momento en que debían aplicarla.
Era un ingreso adicional para esta mujer que solía decir algunas “mentiras piadosas” para vender: que tenía permisos de importación y que su negocio estaba debidamente registrado ante la FDA. Pero al gobierno le incomodó en particular que repitiera este engaño: negar que sus productos contenían mercurio, un peligroso elemento químico que incluso puede envenenar a una persona.
Las autoridades federales decidieron arrestar a Esparza este martes. Ocurre dos meses después de que una mujer de Sacramento quedó en estado de coma tras untarse una crema facialque estaba en un frasco de la marca Pond’s. Al analizar su contenido se descubrió que estaba contaminado con metilmercurio, el cual no fue agregado por el fabricante mexicano, sino por un tercero. Este es el primer caso de envenenamiento en su tipo en Estados Unidos.
El Departamento de Salud Pública de California ha detectado que algunas cremas elaboradas en México y otros países, generalmente en envases sin etiqueta, tienen altos niveles de mercurio. Mujeres hispanas han sido las principales afectadas.
“Pusieron en peligro a mujeres y niños”
Ahora Esparza, de 30 años, está metida en un grave lío judicial. Ella enfrenta tres cargos federales, incluyendo el de recibir un producto médico adulterado por comercio interestatal para distribuirlo por un pago, los cuales conllevan una sentencia de hasta 26 años en una prisión.
No fue posible localizar al defensor legal de esta mujer. Univision Noticias trató de comunicarse con sus familiares vía telefónica y por mensajes en las redes sociales, pero no estuvieron disponibles.
“La acusada supuestamente comercializó sus productos ilegales en Facebook, engañando intencionalmente a los clientes con afirmaciones falsas de que los productos eran legales y seguros de usar”, dijo el fiscal federal Nick Hanna en un comunicado.
“Estas cremas peligrosas que se vendían a mujeres en comunidades migrantes pusieron en peligro la seguridad de mujeres y niños en California y en varios otros estados”, alertó el funcionario.
La acusación federal contra Esparza cita a dos supuestas víctimas, identificadas con las iniciales MG y CM. La primera persona llevó una de las cremas que vendía esta mujer a un evento del Departamento de Salud Pública de California en Tulare, en octubre de 2018.
Tan alto era el nivel de mercurio que contenía la crema, que al analizarla se encendió la alarma del aparato del gobierno. Así indicaba que era un producto muy peligroso.
CM, la otra clienta de Esparza, se sometió incluso a una revisión médica y se detectó que tenía mercurio en su organismo. Ella le compró por $60 dos cremas el 18 de septiembre en una gasolinería de Visalia.
Esta fue la conclusión del médico Arthur Simone, de la Administración federal de Medicinas y Alimentos (FDA), al realizar pruebas químicas a las cremas que distribuía Esparza: “Las cantidades de mercurio en estos productos son muy altas. Existe un riesgo para el usuario, especialmente con el uso continuo, y existe un riesgo para quienes le rodean, especialmente fetos, bebés y niños”.