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Faby Navarrete/ Tu Tiempo Digital

Hola a todos, con un alma totalmente reconfortada por Nuestro Padre Celestial les saludo en este día y les recuerdo que sólo Él nos puede dar el consuelo que necesitamos, así como la fortaleza para enfrentar la situación más difícil.

Hemos dicho ya que la Fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve (Hebreos 11:1). También hemos dicho que sin Fe es imposible agradar a Dios (Hebreos 11:6).

En esta ocasión hablaremos de otros beneficios que obtendremos al mantener firme nuestra Fe y que se encuentran en el Libro de Romanos Capítulo 4 y 5. En Romanos 4:22 nos recuerda que a Abraham su fe le fue contada por justicia.

Este hombre, llamado también el Padre de la Fe, creyó en esa promesa que le hizo Dios sobre su descendencia. Esta promesa la recibió cuando él ya era de edad muy avanzada y además su esposa Sara era estéril. Este hombre de repente también dudó, pues aún los hombres de gran Fe tienen momentos de debilidad. Tuvo su primer hijo con su esclava Agar porque así lo sugirió su esposa Sara. De este hijo nació Ismael. Pero no fue éste el hijo de donde vendría la descendencia que Dios le había prometido. Sara quedó embarazada y tuvieron a Isaac, de quien desciende ya el pueblo de Dios. Aquí fue cuando la promesa de Dios se cumplió y por eso se dice que aún con este error que cometió Abraham su Fe le borró este pecado y aun así obtuvo el favor del Señor.

Es de humanos el flaquear cuando nos encontramos en medio de la prueba y seguimos esperando las promesas de Dios. Lo importante es acudir siempre a Dios cuando sentimos que nos estamos debilitando y ahí Dios nos ayudará a fortalecer más nuestra Fe. Así lo hizo Abraham y todos los demás hombres y mujeres de Fe cuyas historias se encuentran relatadas en la Biblia.

Nosotros tenemos la gran fortuna de haber llegado a este mundo después de Cristo. Eso es todo un privilegio y debería sernos más fácil mantener nuestra confianza en Dios. Nosotros vimos cómo el Hijo de Dios se levantó a los tres días para que se cumpliera la Palabra de Dios y ya hemos visto como ese amor que Dios nos ha dado a través de su hijo, es el que nos permite hacer cosas que ni nosotros mismo pensamos que éramos capaces de hacer. Es ese mismo amor el que nos permite levantarnos de cada situación adversa y mostrar amor, paciencia, compasión, perdón y misericordia a todos los que nos rodean.

Ahora bien, gracias a nuestra Fe seremos justificados y tendremos paz, gracia y esperanza. Esto se encuentra en Romanos 5:12: “Justificados, pues por Fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien también tenemos entrada por la Fe a esta gracia en la cual estamos firmes y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.

Que bendición saber que al caminar por Fe y no por vista, recibiremos todos estos regalos inmerecidos. Espero de todo corazón que uno de tus propósitos de este año 2023 sea ensanchar tu Fe y seguir creyendo en las promesas de Dios.

No te desanimes por aquello que te rodea y que parece incluso ser todo lo contrario a lo que tú estás esperando recibir de Dios. De hecho, si te encuentras en un momento difícil, recuerda que las tribulaciones producen paciencia, la paciencia prueba; y la prueba, esperanza y la esperanza no avergüenza, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado (Romanos 5: 3-4).

Así que gózate durante ese paso por el desierto, porque verás como todo aquello que Dios te prometió, llegará a tu vida.

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