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Univision Noticias

Un informe de la Universidad Johns Hopkins indica que los homicidios con armas de fuego aumentaron 7.6% en 2021 con relación al año anterior, y los suicidios subieron un 8.3%. Las tasas se dispararon también entre las minorías étnicas.

Los homicidios con arma de fuego en Estados Unidos experimentaron un aumento sin precedentes en 2020, durante el primer año de la pandemia de covid-19. Muchos pensaban que se trataba de una anomalía pasajera, pero no ha sido así.

De hecho, de acuerdo con un nuevo estudio publicado por la Universidad Johns Hopkins, al año siguiente las muertes por arma de fuego alcanzaron la cifra más alta jamás registrada: casi 49,000 personas murieron por violencia armada en Estados Unidos en 2021.

O ilustrado de otra forma, cada día, una media de 134 personas perdieron la vida por un arma de fuego: una cada 11 minutos.

De acuerdo con los datos publicados en el reporte U.S. Gun Violence in 2021: An Accounting of a Public Health Crisis, basado en datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la violencia con armas de fuego sigue siendo la principal causa de muerte de niños y adultos jóvenes en EEUU, más que los fallecimientos producto del covid-19, los accidentes de tráfico o el cáncer.

Los homicidios con armas de fuego siguieron aumentando en 2021, con un incremento del 7.6% respecto al año anterior.

Y los suicidios con armas de fuego alcanzaron niveles récord, aumentando un 8.3%, la mayor subida en un año registrado en más de cuatro décadas.

¿A qué obedece el incremento de muertes por arma de fuego?

El informe de la UJH identifica tres causas probables del incremento del índice de muertes por armas de fuego en Estados Unidos.

En principio señala que se produjo un récord de ventas de armas. “Millones de compradores primerizos, incluidos negros e hispanos/latinos, y mujeres de todas las razas y etnias, compraron armas durante la pandemia a niveles sin precedentes”, apostilla el reporte.

“Creo que en cierto modo no es sorprendente, porque hemos visto un gran aumento en la compra de armas”, afirma Ari Davis, el principal autor del estudio.

“Hemos visto que un gran número de estados facilitan mucho el porte de armas en público, el porte oculto, y la compra de armas, sin tener que pasar por algunos de los procesos de investigación que tienen otros estados”.
Muchos de los compradores estuvieron “motivados por las afirmaciones de marketing de la industria armamentística de que las armas te hacen más seguro”. Sin embargo, los autores del informe sostienen lo contrario: “la posesión de armas aumenta enormemente el riesgo de morir por suicidio y homicidio”.

De hecho, el reporte destaca los alarmantes aumentos de homicidios con armas de fuego entre las minorías. De 2019 a 2021, la tasa de homicidios con armas aumentó un 49% entre los afroestadounidenses y un 44% entre los hispanos/latinos. Esa cifra aumentó un 55% entre los indios americanos / nativos de Alaska.

El estudio afirma que todavía es demasiado pronto para saber si el aumento de la compra de armas contribuyó directamente al incremento de la de la violencia armada en EEUU, pero que a largo plazo la “afluencia de armas solo exacerbará la crisis de salud pública que supone la violencia armada y empeorará las desigualdades sanitarias”.

El trabajo de Davis y sus colaboradores señala que “los estados con las tasas más bajas de muertes por armas de fuego en 2021 tienen algunas de las leyes de prevención de la violencia armada más estrictas del país”.

En Mississippi, el estado con la tasa más alta de violencia armada de EEUU, una persona tiene 10 veces más probabilidades de morir por violencia armada que en Massachusetts, que ocupa el lugar más bajo, según la investigación.

Una crisis crónica y endémica de violencia armada en EEUU

En las últimas cuatro décadas, casi 1.4 millones de personas han muerto a causa de la violencia armada. Esta cifra es superior al número total de estadounidenses que han muerto en las guerras libradas a lo largo de la historia del país.

La tasa de suicidios con arma de fuego fue elevada durante la década de 1980 y principios de la de 1990, antes de descender de forma constante hasta mediados de la década de 2000. Desde entonces, ha aumentado persistentemente, volviendo a los máximos de finales de la década de 1980.

La tasa de suicidios con armas de fuego en 2021 fue la más alta jamás registrada por los CDC, indica el reporte.

La tasa de homicidios con armas de fuego alcanzó su punto máximo a principios de la década de 1990, disminuyó significativamente y luego se estabilizó en la década de 2000 y principios de 2010, alcanzando un mínimo de 40 años en 2014. Desde entonces, el problema se disparó en 2015 y 2016 y de nuevo en 2020 y 2021.

“La tasa ha aumentado un 83% desde su mínimo de 2014. Dicho de otra manera, si la tasa de homicidios con armas de fuego se hubiera mantenido donde estaba apenas siete años antes, se estima que 9,500 personas menos habrían muerto con armas de fuego en 2021”, agrega el estudio.

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